domingo, 10 de febrero de 2013

¿Es realmente injusto?


¿Es realmente injusto?

El otro día, en la charla de Lance Amstrong dada por D.Javier, se discutió acerca del dopaje. Yo me quedé bastante pensativo debido a dos ideas que salieron en la sesión. Por ello, me gustaría desarrollarlas en esta entrada para haceros pensar sobre ello.

La primera idea que me impactó, fue que los jugadores de la NBA se dopaban. La verdad es que  yo no tenía ni idea de esto. Por ello, me surgió la siguiente duda: ¿Si todos se dopan, entonces es injusto doparse? Lo que es lógico es que si todo el mundo se dopa, ¿por qué no voy a hacerlo yo? No sería injusto doparse, ya que lo hacen todos los jugadores. A mí no me pueden calificar de tramposo si me dopo, ya que les diría que ellos también se dopan. Por ello, no es ílicito.



La segunda idea se resumiría como la del causante del dopaje. Cuando uno se para a pensar acerca de qué es lo que lo provoca, uno puede decir que es ambición. Pero, ¿qué causa esa ambición? No es lo mismo ganar el Tour de Francia que un torneo de pin-pon. Sin embargo, ¿por qué no es lo mismo? Por su reconocimiento público. Entonces, si el que causa la ambición es el reconocimiento, ¿qué causa el reconocimiento? La respuesta es bien sencilla: nosotros. Nosotros le damos esa importancia al Tour de Francia, queremos espectáculo, y por ello, la gente se dopa.

Es cierto. Acabo de decir que el causante del dopaje en el mundo es el público, es decir, nosotros. ¿Por qué Amstrong se dopa? Porque desea ganar el Tour de Francia a toda costa, para ser reconocido públicamente, para que todos le adoren. Porque ganar el Tour significa prestigio, pero no uno cualquiera, sino el prestigio social.

Para que veamos que el deporte se está llevando a extremos más allá de lo que en realidad es, de un  mero entretenimiento:

"Hay jugadores fuertes y buenas personas. Yo soy un jugador fuerte." Bobby Fischer

Jose O

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