miércoles, 8 de mayo de 2013

¿Y porqué?


¿Y porqué?

Todos hemos comentado alguna vez con los amigos que si encontrásemos un genio y nos permitiera tres deseos que elegiríamos, están los típicos de: ser rico, tener algún superpoder, pedir la paz mundial o cualquier cosa de ese estilo. Hasta que llega el momento en cual uno dice ¨pues yo pediría un millon de deseos¨, rapidamente todos saltan ante el, como una manada de lobos hambrientos, diciendo que eso no vale que eso sería trampas. Y yo me pregunto por que no vale, si estamos en una situacion imaginaria  e hipotética.

Peter Singer...¿Fiel a sus principios?


Peter Singer... ¿Fiel a sus principios?

Para quién no conoce al sujeto en cuestión, Peter Singer es un filósofo utilitarista judío conocido por ser un gran defensor de los derechos de los animales, y en especial, por su "Proyecto Gran Simio". Su filosofía se basa en el utilitarismo. Esto significa que un individuo no vale lo mismo a lo largo de su vida. Él defiende que la persona vale más en función de lo que sea capaz de aportar. Los grandes damnificados por esta corriente ética son las personas con discapacidades tales como el Síndrome de Down.

Para que entendáis hasta que punto defiende esta teoría ética os pondré un ejemplo de la propia vida de Peter. La madre de éste envejeció, y se le preguntó a Peter acerca de qué pensaba del valor de su madre. Él dijo que si su madre decidía que quería dejar de vivir, que tomara la decisión. Según la teoría del australiano, su madre no "aporta" nada, y por lo tanto su valor es escaso. Y así lo demuestra, su madre tiene la libre decisión de dejar de vivir.



La pregunta que hay que hacerse es: ¿Peter Singer es fiel a sus principios? Con el proyecto de grandes simios, él reclama una extensión del igualitarismo moral para que incluya a los grandes simios. Da la sensación de que tiene al animal por encima de su propia madre. Si el valor de una persona depende de lo que sea capaz de "aportar", ¿qué es lo que aporta un animal? 

Según Peter, lo que uno debería hacer tras la jubilación, sería gastarse su dinero y, si no encuentra un sentido a su vida, dejar de vivir. ¿Es eso lo que debemos hacer? ¿Acaso el valor de nuestras madres cuando hayan envejecido disminuye? Parece que Peter tiene una versión demasiado radical del valor de una persona, sino no dejaría que su madre se quitara la vida.

¿Es Peter Singer fiel a sus principios? Si el utilitarismo es la base de su filosofía, ¿qué es lo que aporta el animal que no pueda aportar su propia madre envejecida? Dejo muchas preguntas, para que penséis acerca de esto.

"El principio ético sobre el que descansa la igualdad humana, nos exige entender la igual consideración a los animales". Peter Singer

José María O

Declaración de las Obligaciones Humanas


Declaración de las Obligaciones Humanas.


1. Se debe respetar la vida de los demás y no atentar contra ella desde su principio hasta su fin natural.

2. Estamos obligados a prestar ayuda en casos de enfermedad o muerte a los demás.

3. Se debe respetar toda religión, cultura, ideología u opinión diferente a la de uno mismo.

4. Se debe respetar las personas del diferentes raza o sexo sin dar lugar a discriminación.

5. Se deben cumplir todos los pagos impuestos por el gobierno.

6. Se debe colaborar con las autoridades del país donde se reside bajo cualquier circunstancia; siempre que las intenciones del país no atenten contra la Declaración de los Derechos Humanos o la Declaración de las Obligaciones Humanas.

7. Se deben evitar a toda costa enfrentamientos entre países y conflictos internos tales como terrorismo o actividades en contra de la nación

8. Se debe dejar ejercer el derecho a manifestarse a las personas que lo deseen.

9. Se deben cumplir todas las leyes existentes del país en el que se resida.

10. No se debe colaborar con ningún crimen a no ser que sea bajo amenaza grave.

11. Se deben cumplir los contratos establecidos con sus correspondientes obligaciones y consecuencias.

12.  Se debe respetar la propiedad privada.

13. Se debe respetar y ayudar a conservar el medio ambiente.

14. Todo ser humano tiene la obligación de educarse con una educación asequible y gratuita.

15. Ningún punto de esta declaración podrá ser interpretado de distinta manera a la aquí reflejada, ni usado con un significado o un contexto diferente al inicialmente preestablecido.

Fernando MAM

lunes, 18 de marzo de 2013

¿Arte?


¿Arte?

El otro día fui a una galería de arte moderno. Al principio no tenía las ideas muy claras, pero lo que vi ahí me despejó de toda duda. El arte moderno es una porquería. Lo digo y me quedo tan ancho. Y además de una una porquería, una enorme coartada para que un grupo de idiotas que sobreviven a base del dinero ajeno (vía subvenciones) traten a los demás con desprecio por no entender sus obras (que no se pueden entender). Una de las cosas que más impresionan cuando estás ahí es ver cómo algunas persona se plantan delante de alguna de las obras (que bien pueden ser un par de calcetines colgando del techo)  se ponen a mirar, fruncido el entrecejo y bien agarrada la barbilla y acto seguido alaban al artista y ofrecen sumas de dinero enormes por ella.
Jaime A.

La cuesta de la muerte


La cuesta de la muerte

Este fin de semana me subí a esquiar con mi padre. Como había venisca, al final no pudimos subir a la estación, pero nos subimos a un puerto de montaña a tirarnos por un cortafuegos. Mi padre me dijo que íbamos a pasar por un sitio al que iba con él de pequeño dónde había una cuesta a la que llamábamos "la cuesta de la muerte" y por la que me aterraba tirarme. Hace más de 10 años que no ponía un pie ahí, por lo que tenía muchas ganas de ver esa cuesta que me quitaba el sueño. Cual fue mi desilusión al verla. La "gran" cuesta que me aterraba no era más que un pequeño desnivel de no más de 20 metros de largo con casi nada de pendiente.

Este hecho me ha hecho reflexionar sobre cómo las cosas que nos parecían aterradoras cuando éramos pequeños no son más que tonterías ahora que las volvemos a ver.

Jaime A.

Poker


Poker

Son las 12 de la noche y llevamos algo más de dos horas jugando. Tras mucho esfuerzo (y unas cuantas buenas manos) he conseguido multiplicar por tres el dinero con el que entré y ponerme el primero. Ha caído la mitad de la gente y solo quedamos 4. Levantan  las cartas y veo que tengo un fullhouse. El subidón de adrenalina que hay mientras suben las apuestas es impresionantes. Al final solo quedamos dos, y hay muchísima tensión. Casi la mitad de mis fichas están encima de la mesa, pero estoy convencido de que voy a ganar esta mano y la partida. Toca enseñar las cartas y esnseño mi full. Ya me estaba llevando las fichas cuando mi rval muestra su mano. Póker de cincos. La sensación de pérdida de ese momento es indescriptible, pierdo la mitad de mis fichas y veo como el otro se las lleva, poniéndose en primer lugar. El mismo proceso se repite en la siguiente mano y pierdo con una escalera en mano. En dos manos pasé del cielo al infierno. Me fui de la mesa para intentar calmarme un poco. Al final regreso a la mesa, y gracias a un golpe de buena suerte conseguí recuperar parte de lo perdido.

Escribo esta entrada casi dos horas después de haber terminado la partida, y aún habiendo ganado bastante pasta, la sensación de mala leche sigue ahí. Esto me ha hecho replantearme porqué juego a un juego en el que gane o pierda voy a acabar de mala leche. Realmente lo que quieres es pasar un buen rato con los amigos, pero si todo el mundo se cabrea ¿Cómo es que seguimos jugando? Sinceramente no tengo ni la más remota idea, solamente sé que la semana que viene pienso volver a jugar.

Jaime A.

Dar gracias


Dar gracias


Recientemente iba yo por la calle y vi a un niño de aproximadamente unos 11 años, pronto me sorprendí al ver como iba. Llevaba unas pintas que me alarmaron: iba con un piercing en la oreja izquierda, unos pantalones piratas y una camiseta sin mangas que ponía anarquía, pronto pensé "ese niño no llegará a nada en el futuro y seguro que ni si quiera acaba el colegio''.

Al llegar a casa me di cuenta de la reflexión que había hecho y simplemente lo dejé pasar, pero ahora que lo pienso más detenidamente veo que posiblemente la vida de ese niño estaba condicionada por su entorno o por su familia. Pocas personas en este vida se dan cuenta de la suerte que tienen por estar en el lugar en el que están y con esto me refiero al lugar en el que vivimos, la educación que recibimos, la familia que tenemos; en conclusión nuestro entorno.

Si pienso en el futuro de ese niño, la verdad no lo veo nada claro, pero me gustaría haceros pensar sobre la suerte que todos nosotros tenemos.

Discere debet ad confitendum

Damián J.